Hoy hablaremos de un artista que ha triunfado en varios paises, En Palencia sobretodo se le conoce por haber realizado el símbolo de la ciudad, el Cristo del Otero.
Victorio Macho nació el 23 de diciembre de 1887 en el ámbito de una familia de artesanos ebanistas de Palencia. Tuvo que abandonar su dedicación al estudio de la música por carecer de profesor, lo que le permitió descubrir su vocación de escultor.
Pasa por diferentes ciudades como Santander, Salamanca, Valladolid, País Vasco y Madrid . Alli recibe la histórica visita del doctor Marañon y del doctor Tapia, en ese momento nace el compromiso de realizar el sepulcro del doctor Llorente. Esa es su primera obra , seguida del monumento a don Benito Perez Galdós, que es cuando alcanza la fama.
Triunfó con obras sobre Marcelo, su hermano y Ramón y Cajalescritores como Baroja y Valle Inclan . Destacan cuantiosas obras como la fuente de Concha Espina y el Cristo de Bronce ambos en Santander, El Busto de Unamuno en la Universidad de Salamanca, la Victoria en el Pais Vasco y el Cristo del Otero en su ciudad natal donde descansan sus restos mortales.
Obras de gran valor sentimental como la de su madrey otras como la aguadora el campesino ibérico
En 1936 fue elegido por unanimidad miembro de la Real Academia de San Fernando, pero la guerra civil condiciona su salida hacia Paris, donde contacta con Pablo Picasso y otros lideres del arte y pensamiento. De París viaja a Latino America donde dejó el Monumento a Grau , en Perú la inigualable obra al Monumento al Libertador Simón Bolivar. En Palencia también se ha dejado constancia del monumento a Grau.
Vuelve a España después de dieciséis añis , dedicando su actividad escultórica con el Monumento Menendéz Pelayo en Santander y produciendo como última obra, el Monumento a Alonso Berruguete. Antes de morir en 1966 recibió el encargo del Monumento al Médico Rural en Roca Tarpeya, al lado del Tajo. En Toledo está el Museo donde están esculturas , algunas ya mencionadas antes, y otras como el «Torso Gitano», » La Pasionaria», «La Niña Vasca». Parte de sus obras también quedaron en Perú ciudad que le acogió y que hoy en día sigue disfrutando de sus obras, parece ser que hay obras únicas y donadas por el palentino en agradecimiento al Gobierno de la República de Perú, algunas esculpidas en yeso , en su mayor parte bronceado. Algunos historiadores consideran elogiable realizar un homenaje al escultor y su herencia artística para el el 2016, coincidiendo con el 50 aniversario de su muerte y han hablado de un posible hermanamiento entre las ciudades de Lima y Palencia.